El que ha leído el libro “La
Vaca” de Camilo Cruz y ha llevado algunas clases de liderazgo y realización
personal y toda esa “shit de la New Age” que está de moda, sabe que no hay nada
más complicado que salir de la “Zona de Confort”, que no es otra cosa que la
Vaca. Salir del confort da miedo, es arriesgado y no es para todos. Sin
embargo, la gente más espectacular que conozco, es la que precisamente ha
logrado salir de su Zona de Confort. Los valientes que le han dado una patada a
la Vaca y la han dejado parir en otros pastos.
Dejar lo fácil, hace tu vida, principalmente
más divertida. No te asegura que seas exitoso inmediatamente, pero sí que estés
en el camino correcto hacia el éxito. No te hace sentir instantáneamente feliz,
pero te asegura una felicidad a largo o mediano plazo, donde haya muchas
historias que contar y pases de ser espectador, a ser el protagonista de tu
historia ¿Quién no quiere ser el protagonista de su historia? ¿Estar en control
de su vida? Y por qué no, mandar muy a la mierda a gente que, sin discusión, se
lo merece.
Como a todos, me cuesta dejar el
confort, pero por fortuna tengo quien me habla al oído y me dice “puedes ser
mejor” y luego “debe ser mejor” y después “Carajo, que esperas”. Así que
confiado y protegido sigo adelante, cambiando planes o renovándolos, camino a
lo desconocido con una gran sonrisa en la cara.
Salir de la Zona de Confort, es mucho
más sencillo, cuando tu trabajo es atender Emergencias. Las emergencias son
cambiantes y siempre te toman por sorpresa (obviamente. Cuando inicia la
respuesta, te sumerges en el espacio de incertidumbre donde tu mente divaga en
mundos paralelos, hasta que tomas el control. Después de ello, quedan calmadas,
domaste a la bestia, te montaste en la madre del Diablo, eres un poco héroe, un
poco caballero de la mesa redonda, un poco salvador de la humanidad, si quieres
hasta X-men y sientes que nada es imposible. Un amigo bombero (de experiencia
abrumadora) me dijo hace poco “Salvar una vida es lo mejor que te pueda pasar…
ver la admiración en los ojos de alguien que has salvado paga por todo el
esfuerzo que realizaste, por todo el sudor que derramaste, por el humo que
tragaste y la mierda que tuviste que superar”… nunca he salvado la vida de nadie
(no de la manera literal), pero sí puedo contarles, que en las emergencias que
he atendido (derrames de petróleo), tu compañero es tu hermano. Todos los
niveles se diluyen en ese preciso momento cuando eres respondedor y cuando se
logra el objetivo, sin dudarlo hemos “salvado el mundo”.
Debe ser por ello, que aunque me
cueste, en el fondo no me resulta tan complicado dejar mi zona de confort y
arriesgarme a dar ese salto al vacío. He errado tantas veces, como he tenido
éxito, pero mi camino ha estado lleno de personas y sus historias, las cuales me
llenan el corazón y las ganas.
A todos les deseo esto y más. No tengan miedo, si quieren llevar un curso hay miles, si desean viajar empiecen a juntar desde ahora para hacerlo pronto, si tienen algún sueño posible o imposible pónganle fecha de cumplimiento, planifiquen, prueben, yerren, pero no se rindan. No se rindan a lo que necesitan vivir.
En la selva ahora llueve a
diario, a diario mis amigos y yo nos ponemos las ropas húmedas y seguimos
trabajando. Hay mucha gente que depende de nosotros y muchos sueños por
cumplir. Mi trabajo es de puta madre.
Saludos,
Tupaq
Pd: Les dejo el audiolibro de "La Vaca", es muy interesante.
