Luego de poco más de dos meses de
conflicto, el lunes 26 de junio, se retomaron los trabajos de Remediación en el
Km XXX del Oleoducto XXX. Una semana antes, todo aseguraba
que deberíamos dejar el área, el diálogo entre las partes estaba desgastado.
Nadie quería sentarse a conversar. El cliente no quería sentarse enfrente de
una asamblea ensordecida y avasalladora. La gente del pueblo, no quería perder
el tiempo en conversar con la empresa contaminadora, que no quería reconocer la
indemnización. Finalmente nosotros, que sólo queríamos continuar el trabajo, esperábamos
pacientemente que alguien tomara alguna decisión sea esta buena o mala. Al parecer
no había nada que hiciera pensar que el conflicto llegara a buen puerto… pero
llegó.
La carta decisiva fue juntarnos y
conversar, ofrecer puestos de trabajo en tareas de limpieza y dejar algo al
pueblo. 50 puestos de trabajo, 25 por mes durante dos meses, ayudaron a
resolver el conflicto. Hubo negociación, aunque esta fue nivel principiante,
pero la hubo. Lo que más hubo, no obstante, fue regateo. Puesto a puesto,
llegamos a 25 por mes, después los aplausos y la alegría popular, las
palmaditas en la espalda y las felicitaciones de un lado y del otro. Salimos
siendo héroes y alguien por ahí nos dijo “En verdad son el Dream Team”,
comparándonos de manera muy exagerada, con el equipo olímpico de los Estados Unidos,
conformado por las grandes glorias de la NBA: Michael Jordan, Magic Johnson,
Scottie Pippen, Larry Bird, Charles Barkley, entre otros. No sé porqué, en ese
momento, en mi mente sonó la canción de Queen “WE ARE THE CHAMPIONS” … pobre
iluso.
No debería haber negociaciones
por temas ambientales. Entiendo que la gente pida proyectos de desarrollo, los
proyectos son necesarios porque es el teatro donde nos formamos los
profesionales. En este sentido, el presente es bastante oscuro, no tenemos
proyectos (o casi no tenemos) y mucha gente espera en su casa esa llamada que
tarda tanto y que te vuelve loco con la espera. Pero los proyectos son una cosa
y la restauración de los ecosistemas otra. Una remediación no debería ser
tratada como un proyecto de inversión, ciertamente no lo es, debe ser tratada
como una emergencia y ser solucionada en el corto plazo. Sobre todo, las
remediaciones referidas a derrames de hidrocarburos y afines.
Mi formación en emergencias me
dice que un incendio debe ser apagado, que las personas son la prioridad y luego
el ambiente, que un derrame debe ser controlado y no debería llegar a cuerpos
de agua móviles, como los ríos y quebradas. Mi visión en este aspecto no puede
ser la de un negociador, el ambiente debe ser atendido punto, no me dejas
trabajar paso encima de ti… sorry. No se trata de soles, mucho menos de
indemnizaciones, se trata del ambiente (que es un bien de todos), de la Amazonía,
el último pulmón de la tierra, la fuente más grande de diversidad, un lugar que
representa la cúspide de la vida en nuestro planeta.
Según el Plan de Trabajo, nos
quedan dos meses para dejar el lugar limpio, poco a poco está entrando el
personal de comunidades. A ellos se les unen los trabajadores especializados
con experiencia en otros trabajos. Los capataces se encargan de las cuadrillas
de trabajo. Los enfermeros apoyan en la operación y en muchos casos son uno
más. Los Supervisores preparan la planificación, envían los reportes y se
comprometen en dejar todo, lo mejor posible. los trabajadores administrativos
velan porque nada se retrase. Recursos Humanos sigue trabajando 24/7, respondiendo
los teléfonos, atendiendo consultas y haciendo sus reuniones como el cumpleaños
del mes. Todo el equipo disfruta su trabajo, a pesar de que este puede ser
altamente conflictivo 😊. Sabemos que – como dice la propaganda de
Rimac Seguros – al final de cuentas, todo va a estar bien.
Tupaq.
Pd: Les dejo un video que en
español se llama “Conflictos – No pierdas la perspectiva”.
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