miércoles, 31 de octubre de 2018

EL BUEN NEGOCIO DE LA LEALTAD


En el final de las cuentas ser leal es un buen negocio. El empleado espera tácitamente la lealtad de parte de su jefe y viceversa. El jefe necesita trabajadores leales, dispuestos a alcanzar cualquier objetivo y mejor aun cuando han comprado este objetivo como propio. El empleado que es leal y sigue al jefe como su líder, ha encontrado dentro de si algo en que creer, ha encontrado el porqué. Es más fácil ser leal cuando “el porqué” es respondido. Es mucho más sencillo cuando todo tiene un significado y más cuando este significado tiene un valor positivo.

La lealtad se basa en la verdad y la experiencia. Una persona es automáticamente leal cuando se le enseña con el ejemplo, más cuando este ejemplo se ha repetido y permanece sin cambios en el tiempo. Nuestra mejor respuesta siempre va a ser a aquello que conocemos como bueno y nos da seguridad.

No es sencillo ser leal, muchas veces suele ser poco valorado y hasta dejado de lado. Por supuesto, es mucho más sencillo cuando la lealtad viene de dos personas, o de un grupo. Hace poco, hablando con mi jefe me decía “es importante que el jefe o el gerente, sepa reconocer quien está a su lado sólo para adularlo y quien realmente mata por ti”. Parece fácil reconocer a estas personas, pero no lo es. El macho Alpha que llevamos dentro a veces ciega nuestra visión y confundimos lealtad con la adulación. No obstante, es prácticamente imposible que el adulón sea leal. Lo más seguro es que ni siquiera disfrute adular, sino que lo haga por ese instinto de supervivencia mal aprendido.

Entre dos personas hábiles siempre voy a preferir al más leal, no necesariamente al más inteligente. La inteligencia no te hace leal o (como muchas veces he sido testigo) mejor que los demás. Cuantas personas inteligentes son genios insoportables, recalcitrantes y soberbios. La lealtad es invaluable y por ello siempre va a ser un negocio seguro y nos va a permitir florecer.

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Tengo el agrado de trabajar con un buen equipo, con gente que da lo mejor de sí y quiere mejorar. Desde las altas esferas, hasta el trabajador manual, todos estamos identificados con lo que hacemos y lo que hacemos es bueno. El giro de la empresa – su Core Business – es noble en sí, Ello hace que sea más sencillo (para el común de las personas) ser leales.

Cada vez es más complicado encontrar gente leal en el mundo de los negocios (peor en la política), por ello mantén tu mensaje claro, trata bien a tu personal y elimina la mala hierba de cuando en vez. Permanece alerta, permanece atento y siempre se agradecido, cuantas veces sea necesario.

Saludos,

Tupaq

Pd: Les dejo un video TED sobre la lealtad, es muy interesante, espero que lo disfruten.



miércoles, 24 de octubre de 2018

EL NEGOCIO DE LA VENTA DE CARNE


EL Gerente de Campo está parado, hablando, en el meeting de jefes de campo – “hace seis meses tuvimos nuestro último accidente (un corto silencio), un señor se rompió la pierna en varias partes, cuando le cayó encima un equipo de soldadura que pesaba como 500 kg” – parecía muy calmado mientras hablaba con los jefes – “nosotros no somos una empresa de venta de carne, como la empresa X, la contratista donde trabajaba este señor” – Ahora se puso muy serio y continuó – “La empresa X le ha retenido su sueldo todo este tiempo y el señor Gonzalo ya no sabe qué hacer para poder pagar su tratamiento, operación y rehabilitación… es una lástima que lo traten así (otro silencio acompañado por miradas desaprobatorias de los jefes)… pero aunque nosotros no vendemos carne, nosotros somos el cliente y ninguno de los que estamos aquí reunidos sabe nada sobre el señor Gonzalo, ¿Dónde nos deja eso?” –. Esta vez, un silencio fúnebre se apoderó del meeting de jefes, todos se miraban entre sí con obvia vergüenza. Era muy cierto que todos en la mesa se habían olvidado del accidente. Por su puesto, el día del accidente todo era escándalo, se llenaron los documentos legales, se hizo la investigación pertinente, se realizaron las inducciones sobre el evento, etc. Luego de un mes alguien preguntaba todavía por Gonzalo. Dos meses después el desierto. Éramos sin duda una Empresa de venta de carne, claro un conciso.

Luego del meeting y de rasgarse las vestiduras llamaron a Gonzalo y le ofrecieron trabajo de vigilante. Aparentemente lo único recomendable en su condición. Le devolvieron su sueldo y buscaron la manera de que la empresa X se ponga al día en sus pagos y que le agilicen los trámites necesarios para que tome los tratamientos médicos, operación y demás. Todo volvió a ser linda primavera en la operación y en los floridos jardines del campamento base era como que no había ocurrido nada. Las aves cantaban, las mariposas volaban, no había accidentes y todo era amor y paz. Colorín colorado este cuento se ha terminado.

En mi cabeza (of course) nada se había acabado. Éramos vendedores de carne que trabajábamos, con fortuna, para un buen jefe. Si el jefe nunca hubiese seguido el accidente, si no hubiese dicho nada en la reunión, nadie de los que estaban sentados en la mesa de jefatura hubiese movido un dedo para ayudar a Gonzalo. Todos hubiésemos seguido nuestras vidas con felicidad y armonía, sin pensar un minuto en el necesitado. Ni siquiera el Jefe de Recursos Humanos – creo honestamente que él menos que todos – tampoco el jefe de Mantenimiento, quien era el “responsable directo” del agraviado. Esa vez el jefe nos enseñó a ser mejores personas.

Luego del evento acontecido me quedé meditando ¿Cuántos casos similares al de Gonzalo se deben presentar cada día? ¿Cuántos deben ser correctamente atendidos? ¿Cuántas empresas no son más que negocios donde se vende a los trabajadores como si se tratara de carne? ¿Cuántas empresas aprovechan la necesidad de la gente y cuando ya no son útiles los desechan como residuos comunes? ¿Cuántos deben aceptar miserias y esas miserias ni se pagan a tiempo? Y otras varias interrogantes atravesaron mi cabeza como balas perdidas. Me sentí muy apenado.

Para mi buena fortuna he trabajado en lugares donde la gente en general es respetada y por lo menos se les paga bien. Inclusive cuando se trataba de proyectos cortos. Creo que no podría trabajar en un lugar donde las personas no sean el recurso más importante, por lo menos ahora no. Este mensaje lo trato de inculcar a mis trabajadores, a los logísticos, a los administrativos, a los Supervisores, a los capataces y a los obreros. Lo más importante siempre son las personas. Sin personas no hay trabajo, ni empresas, ni necesidades, ni nada.

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Quiero añadir algo más a este post. El trabajo que realizamos con mis compañeros en estos proyectos no es un trabajo sencillo, requiere mucho esfuerzo, estar alejado de tu familia, a veces incomunicado, sudar y berrear en el calor de la selva, caminar grandes distancias, estar sucio la mayor parte del día, bañarte donde se puede y en ocasiones usar a diario ropa húmeda. Que puedo decirles, es lo que nos gusta y obviamente no es para todos. Por ello, cuando un trabajador se acerca y me dice que el capataz le ha levantado la voz, o el Supervisor lo ha mirado feo, o que se ha roto una uña que le duele y no lo deja trabajar, le pido dulce e inmediatamente que renuncie, el 95% lo hace. Es importante tratar bien a las personas, pero también es importante contar con personas que estén convencidas y contentas de lo que están haciendo y den lo mejor de sí. La manzana podrida corrompe a las demás… por los siglos de los siglos… amen.

Tupaq.

Pd: Les dejo un video interesante de uno de mis ídolos actuales, el señor Simon Sinek.



martes, 9 de octubre de 2018

CORAZON PARTIO


Subes la colina lo que te cuesta de quince a veinte minutos, llegas cansado y sudando (porque es claro que no estás acostumbrado) y miras el paisaje desde arriba. Subir una colina es en sí una clara representación de éxito, así que dentro de ti todo se encuentra en orden, estás casi muerto, pero en armonía con la naturaleza y tus chakras. Ya en la cima de la colina te quedas respirando profundamente, extiendes los brazos parado sobre dos piedras extrañamente cúbicas y te sientes idéntico a Rocky de Silvester Stallone. En lo profundo de tu mente se escucha la banda sonora de la película. No hay nada que hacer eres un campeón.

Con las nubes en la cabeza recuerdas poco a poco tu infancia, cuando eras el pequeño inexperto que jugaba con sus amigos a trepar árboles. Recuerdas al amigo que se cayó sobre la ortiga, mientras estaban jugando a las chapadas, encima del viejo higo de tu casa. De niño era más fácil trepar cerros con tu familia, lo hacías casi sin perder el aliento a pesar de que lo tuyo no eran las montañas sino el mar. Mejor dicho, tenías el corazón partido entre el mar y las montañas, entre la sierra y la costa, porque tu madre es de la costa, pero tu papá de la sierra. Mitad cholo y mitad serrano, por los siglos de los siglos…

Entonces mi querido Tupaq ¿Qué mierda haces en la selva? Te joden los mosquitos y te cagas de calor todo el día. Te suda la cabeza, las orejas, los bemoles y hasta el ano, pero aun así insistes en regresar cada vez a mirar los putos árboles y sus lianas. En cuatro días te han picado cuatro avispas, una por día sin falta. La primera en la cara, dos en la mano y hoy una en el codo que te dejó adolorido por media hora. También, de estos cuatro días, ha llovido cuatro. El cielo se cayó aparatosamente y todo está mojado y lleno de lodo. Tu ropa está húmeda todo el tiempo, incluso cuando se seca al sol, sigue húmeda y es imposible sacarle el olor a fundillo sudoso remojado. Caminar en este calor te sofoca, y por la tarde quieres echarte a descansar, pero a los cuarenta grados (mismo Magneto) es imposible dormir, así que deambulas entre el comedor y el almacén del campamento. Las malditas botas de jebe te han sacado ampollas en los pies porque ya estás viejo y has trabajado mucho tiempo en una oficina en Lima. Aunque no lo quieras admitir, tu cuerpo es el de un engreído citadino de mierda.

“La selva no es para todos” te repites para que se te grabe en la mente. La primera vez que llegaste a la selva tenías apenas diecisiete años, ni siquiera un mayor de edad (no tenías libreta electoral de tres cuerpos) y te pareció alucinante pero agotadora. Te picaron todas las especies de hormigas, menos la Isula, gracias al cielo. Viste más de cien lagartos, una sachavaca, cinco lobos de rio, varios cientos de monos, algunas serpientes y un sapo que pesaba aproximadamente cinco kilos. Te acostumbraste a cocinar con cucarachas, cuando te tocaba cocinar. Viste por primera vez las hormigas que te limpian la casa y se llevan hasta el último insecto. Te desesperaste por primera vez por tanta picadura de mosquito y te hundiste varias veces en los aguajales hasta el cuello. No obstante, fue entonces cuando te enamoraste de la selva. No le pertenecías, pero en cada caía en el lodo ibas dejando algo. En cada paso mal dado, con la entrepierna escaldada y con cada noche en la carpa para una persona donde no alcanzas, se quedó parte de lo que eres, a huevo que sí.

Cada vez que regresas a la selva te pruebas a ti mismo. Vienes engreído y te vas entrenado para recibir unos cuantos golpes más. Vienes medio dormido y aquí te despiertas. Vienes con el otorongo anestesiado y aquí se aviva el jaguar asesino. La selva no es para todos, pero para ti sí querido Tupaq. Para ti es una fuente de vida inagotable, el lugar donde se vuelven a cargar tus baterías, justo en ese preciso espacio entre las nubes, la tierra y los árboles. Revives cada vez que te bañas con tus amigos en una balsa, o cada vez que realizas esas largas caminatas, donde se te embarra hasta la cara. El olor a hierba húmeda te llama y con fortuna dejas que te caiga un poco de lluvia y de tormenta. Necesitas de la selva.

Así que luego de tantos años tu corazón está partido en tres, está en la playa donde algún día vas a descansar, en las montañas donde acampaste de adolescente, de joven y dejaste algún dibujo en una cueva cual hombre de las cavernas; y en el monte (la selva) donde la energía del bosque te alimenta y te atrae como un imán.

Saludos,

Tupaq

Pd: Les dejo el documental de Alejandro Guerrero de la Selva de los Espejos. 


domingo, 7 de octubre de 2018

EL SECRETO PODER DEL LÍDER


En la película Corazón Valiente (Braveheart) hay una escena donde William Wallace va a visitar al príncipe de Escocia y luego este lo traiciona. Pero antes de que lo traicione William le dice algo así “tú no sabes el poder que tienes, si tú peleas yo te seguiría…”

Completamente de acuerdo con William Wallace. Las personas siempre seguimos a los líderes, más si se trata de familias supuestamente divinas como lo que se creía de los nobles europeos. Para muestra toda la historia de la humanidad: Hitler con Alemania, Mussolini en Italia, Fidel en Cuba, Kenedy en los Estados Unidos de América, el Che Guevara, Gandhi, Moisés, Ezequiel Ataucusi, etc. No importa si alguno de ellos no estuviese completamente cuerdo, la gente los siguió porque creía en ellos y los apoyaban.

Si tienes una idea clara buena o mala, digna de ser asimilada y seguida por alguien, pues la masa te va a seguir. Sea para bien o para mal ese es otro problema. Por supuesto, esto es mucho más efectivo, cuando el fin de tu “empresa” es noble. Exactamente como es el caso de la empresa para la que trabajo, la cual tiene un giro noble per se.

Las masas se mueven en ocasiones como en las fuerzas armadas, donde necesitan un oficial para seguirlo. Este oficial moverá más soldados si su rango es más alto y más si es el presidente del país, quien en la mayoría de estados es el jefe máximo de las fuerzas armadas. Aunque muchos no lo quieran aceptar, cuando el general o el presidente los visite, se sentirán extrañamente orgullosos de tener a su líder cerca. La presencia del líder les dará seguridad y en un sentido inexplicable de satisfacción.

El ojo del amo engorda el caballo, pero el ojo del amo interesado, el que realmente quiere que el caballo esté robusto. Por ello, llegar a un lugar a ver a tus seguidores, no solo debe ser para que noten tu presencia sino para que cuides su forma de andar. La semana pasada mi jefe me pide que venga a campo para asegurar el cierre de un proyecto, no lo pensé dos veces y he venido a quedarme veinte días en campo. Los trabajadores se mueven diferente cuando el jefe está en campo, quieren ser más eficientes y quieren dar el todo y más. Algunos se acercan y me preguntan sobre problemas personales, familiares, sobre el proyecto o sobre cualquier cosa, se sienten bien tratando sus temas mundanos conmigo. La mayoría son mis amigos entrañables de años, a los demás los trato de manera cordial y me aseguro de conocer sus nombres y procedencia.

Este proyecto ha tenido problemas desde el inicio, pero aquí seguimos hacia adelante con la seguridad que se va a cerrar. No me pagan más por permanecer en campo, pero no es necesario. Extraño mucho a mi familia, pero disfruto de pasar un tiempo con los trabajadores. También disfruto que me caiga un poco de lluvia y que se me embarren los zapatos con el lodo de la selva. Y mientras los zapatos se me embarran, trepo esa colina que queda al costado del campamento, voy al sitio a saludar a los obreros y platico con el capataz y los Supervisores de esto o aquello, sin querer queriendo me dedico a que mi caballo coma bien y esté cuidadito.  

Se que estos días en campo la gente me va seguir y se va a poner la camiseta, de manera involuntaria van a rendir más y se van a sentir más confiados. Ese es el efecto del líder cuando pelea a tu lado y te levanta la moral. Por esta razón muchos reyes peleaban con sus ejércitos, inclusive en la línea frontal y a pesar de que eran protegidos por todos, estaban ahí agarrándose a espadazos con el enemigo. Es posible que en estos días coja la pala y cabe unos metros de suelo (sin exagerar unas pulgadas), es posible también que agarre la carretilla y lleve el material a donde debe ser tratado. Voy a estar en la planta de tratamiento y en las zonas de trampas, voy a caminar por las pasarelas y compartir el agua con mis trabajadores, luego iré a hacer un poco de ejercicio (que buena falta me hace) y si me sobra un poco de tiempo, tomaré unas fotos de los árboles en el horizonte, con el río Marañón al fondo y el vapor que sale de ellos hacia las nubes.

Saludos,

Tupaq

Pd: Les dejo el Trailer de Braveheart sacado del baúl de los recuerdos, a los que no la hayan visto véanla. Por otro lado, los que la hayan visto pues vuélvanla a ver, seguro encuentran algo interesante.