«Yo
fui el verdadero Teobaldo de Montagut,
barón
de Fortcastell. Noble o villano,
señor
o pechero, tú, cualquiera que seas,
que
te detienes un instante al borde de mi sepultura,
cree
en Dios, como yo he creído, y ruégale por mí.»
Bécquer
G. A. (1871).
Obras
de Gustavo Adolfo Bécquer — Tomo Primero.
Así
empieza la Leyenda de Bécquer, de donde me inspirado para ponerle el
nombre a este post. Tengo varios amigos ateos, pero no importa. A
ellos, si tienen un par de minutos lean este post… si lo desean
luego lo pueden olvidar. No es mi intención convencer a nadie de
cambiar de creencia, nunca ha sido, como tampoco soy racista, ni
homofóbico y las personas me preocupan a veces más de lo que
debería. Como todos, no soy perfecto y no lo pretendo.
Aunque
me excomulguen por hereje – para mi – creer en Dios es como ser
hincha de un equipo de fútbol. Eres o no eres y punto. A los que no
les gusta el fútbol, no se rompan la cabeza tratando de entender
porque la gente pierde su tiempo llorando por su selección, o
rompiéndose el alma con los hinchas de otro equipo. No hay una
justificación lógica, ni una explicación científica para creer en
una divinidad. Recuerdo que una profesora de Biología (muy católica)
trató de hacerlo con mi promoción de la universidad, el setenta por
ciento de su público se quedó pensando que se le había zafado un
tornillo, los demás la escuchamos y olvidamos. A la mierda el Alfa y
el Omega, seguro que la mayoría de la gente no entiende que hay un
principio y un fin, porque son cosas tan lejanas a su
entendimiento, que simplemente les da lo mismo o les da igual…
cualquiera de las dos alternativas.
Si
eres católico (como yo), no tiene lógica pensar que Dios se hizo
hombre, nació de una mujer y murió en la cruz por nosotros. Sorry
pero estamos hablando de DIOS TODOPODEROSO. Si lo crees es por un
acto de fe, es decir no sabes como explicar esas cosas y simplemente
crees (listo). Pero, aun si te encanta poder explicarlo todo, debes
entender que mas del 99.999% de las cosas del universo no las conoces
y nunca lo harás. Creer ciegamente en la ciencia es lo mismo que
creer en Dios, es un acto de fe y la defensa de siempre es decir “yo
sólo creo en lo que puede explicar la ciencia” (cerrado). Cuando
esto sucede el amor se reduce a reacciones químicas, lo mismo sucede
con los otros sentimientos y si no los puedes explicar con la
química, te quedan todavía la física y la biología, AND SO ON AND
SO FORTH... No quiero vivir así.
Una
amiga cercana se reía de los creyentes, los llamaba seres poco
evolucionados con la necesidad de creer en algo, “yo estoy sobre
esas cosas TUPAQ”. Dios sabe que nunca quise convencerla de nada,
tampoco pedí que se abrieran sus ojos y que viera la luz, ni
esperaba que en algún momento recibiría EL LLAMADO. Debo decir
además que era un persona buena, que no jodía a nadie y que hacía
su trabajo de una manera eficiente, por lo menos en el tiempo que la
conocí. Le gustaban más los animales que las personas “las
personas traicionan TUPAQ”, no son confiables. A pesar de todo
ello, respetaba su manera de pensar y éramos amigos. En el fondo me
daba pena sentir que su vida en un poco vacía, pero ese no era mi
problema.
Sobre
mi experiencia como hincha de
Dios, les puedo decir que no
encuentro forma de ser ateo. Incluso cuando he tenido grandes
problemas en mi vida - depresión, juventud incomprendida, problemas
de adaptación, fracasos
amorosos - nunca he dejado de
creer. Alguna vez he renegado de Dios – cuando mi abuelo murió –
pero en mi cólera sabía que no lo podía hacer
desaparecer. He sentido la
presencia de Dios en cada paso que doy, cada día que pasa, cuando
estoy caminando en la montaña o cuando caigo en un charco de lodo.
Lo veo en el rostro de mis hijos y en mi esposa cuando está feliz.
Lo veo en otras personas de mi familia, en sus actos de bondad, en
sus tristeza y
en sus miedos. Siempre hablo con él, no siempre de
una manera respetuosa, a
veces rezo y otras solo me quedo contándole lo que me ha pasado y
las cosas que necesito. En ocasiones siento
miedo porque no se donde
putas voy a terminar, nadie sabe (menos
los ateos). Alguna vez he
dudado, pero pensar que en la muerte me convertiré en polvo cósmico
y desapareceré no me terminó
de convencer. Estoy seguro
que hay algo más allá de la vida y si piensan diferente bien por
ustedes, si creen que soy menos evolucionado por creer también está
bien… recuerden que estamos viviendo el tiempo donde nadie debe
criticar a nadie, así que si crees en los Dioses griegos o no crees
en nada, bien por ti.
Durante
este tiempo de cuarentena, mi amigo Superman ha perdido a su madre.
Teodoro a su mama, su suegro y su hermana, durante el lapso de una
semana. Elías he perdido a su tío farmacéutico, quien murió con
su bolsa de remedios en la mano. Mi viejo amigo Willy, experto en
transportes, murió luego de dos semanas de batallar con la
enfermedad. Una de las mejores personas de la familia de mi esposa
también murió, se fue un sábado por la noche con el dolor de su
familia. Estamos viviendo un tiempo oscuro, acompañados de cerca por
el Ángel de la muerte. Pensar que me reía de este virus cuando
apareció en China (disculpen mi ignorancia), “una mentira más
para vender vacunas” pensaba, que equivocado estaba. Hoy
conversando con Dios y pidiéndole por los vivos (y por los que se
encuentran luchando en UCI), tuve la urgencia de escribir este post y
contarle a las personas que yo si creo. No me estoy muriendo, no le
he entregado la carne al Diablo, tengo una salud envidiable y soy
fuerte como un tractor, aun así creo. Me considero una persona culta
y leída (en la medida de las posibilidades que he tenido), no he sido
muy apegado a los vicios, pero tampoco he sido el mejor de los
cristianos. Aun así creo en Dios y siempre me siento acompañado.
GRACIAS POR LEER.
Aquí
les dejo parte del Salmo 23, que es una de las partes de la Biblia
que más le gusta:
“Aunque
ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú
estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.
Y
citando de alguna manera a Teobaldo de Montagut “CREED EN DIOS como
yo y rueguen por mi”.
TUPAQ
PD:
Les dejo la canción de Ricardo
Montaner con su hija “La Gloria de Dios”. Esta una de las pocas
canciones dedicadas a Dios, que me parece realmente bella.
Amen.
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