Aproximadamente el 40% de mis
amigos y colegas se encuentra desempleado y el 90% de ellos está casado y tiene
hijos. 40% es un porcentaje alarmante y es
peor cuando sabes que detrás de esas personas hay varios dependientes.
Para los que alguna vez hemos
estado desempleados – y no queremos regresar a ese estado – comprendemos que en
tiempos de crisis puede pasar meses antes de encontrar algo aparente. Nos enfrascamos
en mejorar el CV, conectarnos con todas las redes de trabajo (Aptitus, Bumeran,
BuscoJobs, etc.), actualizamos nuestro perfil de LinkedIn y desempolvamos los
viejos números olvidados de amigos en “buenos puestos”. Es duro el tiempo del desempleo, pero es mucho más duro en la mente de
la persona desempleada.
No tener trabajo por un tiempo, no tiene por qué ser algo monstruoso, por
el contrario debería ser un tiempo de descanso y estrategia, una
oportunidad para renovarnos o mejorar en aquellos puntos que tenemos flacos. Estar
desempleado significa también que vas a poder sentarte a jugar con tus hijos,
lo cual cuando hay trabajo es más difícil y menos frecuente, o que vas a poder
ir al cine con tu hija menor, o que vas a poder ir a almorzar más seguido con
tus padres, o que vas a poder escribir y leer más. No debería ser un tiempo
malo, al menos no en la medida que se plantea cuando sucede.
Nunca he sido fan de los clichés,
algunos me parecen hasta muy aburridos, como ese de “algo bueno va a llagar
para ti”, o aquel de “vas a ver qué vas a tener el puesto que querías”. Hay que
poner los pies en la tierra, el paraíso no está en la otra esquina y no vamos a
sacar la Tinka si no la jugamos. Las cosas no van a llegar por si solas, ni
todos estamos hechos para triunfar en la vida.
El éxito necesita esfuerzo, mucho
esfuerzo, muchas horas de trabajo y dedicación en lo que te apasiona. Aunque aún
después de ello nadie te asegura que seas exitoso. Así que es mejor que
redefinamos lo que es el éxito.
En el video TED de Robert
Waldinger “¿Qué resulta ser una buena vida? Lecciones del estudio más largo
sobre la felicidad”, luego de muchos años de estudiar las vidas de
varias personas, se llega a una conclusión muy importante, las personas más
felices son las que tienen las mejores relaciones. Ojo, no se habla de capital,
del mejor trabajo, de la casa en Manhattan, o en alguna playa de la Riviera
Maya, sino de relaciones interpersonales. El ser humano ha dado tantas vueltas
en el mundo, 20000 años de historia, civilizaciones desaparecidas, ruinas
ancestrales, bibliotecas incendiadas, guerras mundiales, terremotos, etc. Para llegar
a la conclusión, de que una vida feliz, la hacen las buenas relaciones que
tengas con las personas que te rodean. Parece
hasta tonto, pero como está escrito en “El principito”: “lo esencial es
invisible ante los ojos”.
Entonces, a mis amigos
desempleados (y a los que tienen trabajo), no desmayemos en este momento, no
tener empleo ahora no significa que no van a ser exitosos o (más importante) que no van a tener una vida feliz. Olviden por
un momento los fantasmas que los preocupan y volteen a ver a las personas que
los rodean. Si no tienen dinero pues salgan a caminar al parque, o quédense en
casa cocinar un pastel, las mejores cosas en la vida no cuestan. Abracen más,
quieran más, ahora es el momento.
Quiero aprovechar este Post para
felicitar a Apujirka, ahora tiene un nuevo trabajo mucho mejor que el anterior,
te lo mereces amigo.
Tupaq
Pd: Les dejo el video TED de Robert Waldinger y como siempre espero
que lo disfruten tanto como yo.
Buen post, cada quien busca su felicidad, muchas veces ésta está más cerca de lo que crees, no todo es dinero y poder en ésta vida, si tu eres feliz los que te rodean serán felices!! Alegría alegría!!
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