En anteriores post he hablado
sobre la remediación ambiental y más específicamente sobre la remediación de
suelos. Sin embargo, estos conceptos de remediación, se encuentran
circunscritos dentro de un proceso más elaborado, al que se le denomina
Restauración Ecológica.
En Wikipedia (2016) podemos
encontrar que la Restauración Ecológica, según la Sociedad Internacional
para la Restauración Ecológica, consiste en “asistir a la recuperación de
ecosistemas que han sido degradados, dañados o destruidos”. Si colocan la
búsqueda en Google, es lo primero que va a salir. Entonces lo que se pretende es
renovar sistemas destruidos, para dejarlos en condiciones óptimas. Más claro
imposible.
Tuve la oportunidad de conocer en
Alemania, a personas que se dedicaban a remediar suelos afectados con pólvora
de explosivos (rezagos de la Segunda Guerra Mundial). Si uno observaba el
ambiente en dichos lugares, jamás hubiera pensado que el suelo estaba
contaminado, porque las plantas y animales crecían en “completa armonía”. La
preocupación de estas personas, no era que todo pareciera normal, sino
disminuir la cantidad de contaminante en el suelo.
En los Estados Unidos, en un
congreso de Remediación en Denver, los expositores mostraban ejemplos de
remediaciones de algunos metros cúbicos de suelos afectados por diferentes
sustancias. La cantidad de información que manejaban y la tecnología que
utilizaban para estos procesos era de verdad asombrosa. En países del primer
mundo no escatiman con el ambiente, si hay que gastar para que el ambiente sea
recuperado, pues hacen el gasto. En dicha oportunidad yo tenía algunos ejemplos
de derrames de hidrocarburos ocurridos en Perú, con la afectación de varios
cientos de metros cúbicos y mi mente estaba configurada para remediar al menor
costo.
Cuando era estudiante de maestría
en Alemania, me llevaron a un observatorio de vida silvestre. Era una zona de alrededor
de 20 hectáreas ,
donde tenían aproximadamente 20 caballos salvajes, unos animales
impresionantes. En los países europeos la fauna silvestre ha sido prácticamente
diezmada por el desarrollo de ciudades, carreteras e infraestructura en
general. Como es conocido son países ricos, pero pequeños. Los caballos silvestres que vi durante el
recorrido parecían más bien animales perfectamente entrenados, casi como perros
grandes, pero el trato que le daban los profesionales era como si estuviesen
trabajando con otorongos. No voy a negar que toda esa experiencia me causara
mucha gracia. Otra parte del estudio comprendía la liberación de caballos
domésticos, para investigar como estos se volvían silvestres. No es broma,
seguro los biólogos tendrán una buena explicación para ello, siempre la tienen.
Lo que es valioso resaltar, es el
esfuerzo de los países desarrollados por conservar el ambiente y no sólo eso,
por recuperar zonas silvestres y entender profundamente su medio. Nosotros andamos
todavía en pañales y tenemos un lienzo en blanco por estrenar. Sin embargo, el
Perú es un país que necesita a gritos gente especializada en restauración
ecológica. Hay tanto que hemos dejado en
mal estado, basureros, playas, lagunas y ríos contaminados, bosques perdidos,
zonas completamente deterioradas, restos de actividades productivas de épocas
donde la palabra Medioambiente no era conocida, o no había preocupación ni
normas al respecto.
Recordemos Madre de Dios, donde
la minería ilegal ha dejado un desierto en el corazón de la selva. La ciudad de
la Oroya, uno sabe cuándo va a llegar a al Oroya, porque varios kilómetros
antes no crece nada y las rocas de los cerros parecen cuarteadas. La ciudad de
Cerro de Pasco, la cual se ha tenido que mover continuamente por la actividad
minera. Los agujeros dejados por la extracción de material de cantera y que
luego son invadidos para vivienda. Las ciudades sin sistemas de tratamiento de
aguas (casi todas). Corríjanme si estoy mal pero el mar no debería oler a
pescado muerto, los malos olores son síntoma de que algo se está pudriendo, es
así y no puede ser de otra manera.
En algún momento vamos a tener asumir
la responsabilidad, sacar la escoba, levantar la alfombra y poner la basura en
un lugar adecuado. En ese momento la Restauración Ecológica va a tomar
importancia debida en Perú. Pero antes de que eso pase, tenemos que mejorar
muchos aspectos sociales, personales y nacionales.
Para cerrar el post quiero
contarles sobre Marino Morikawa, quizá muchos lo hayan visto en un reportaje en
canal N, o en la web. Marino es un peruano de Ascendencia Japonesa, natural de
Huaral. Él fue entrevistado por el caso de descontaminación de la laguna “El
Cascajo” en Huaral, la cual fue realizada mediante una técnica de nanotecnología
adaptada y diseñada por él mismo. En 15 días logró mejorar el aspecto de la
laguna, con tan sólo limpiar el agua. Increíble pero cierto. Lo más increíble de
todo, es que este personaje trabaja ad honoren, bien ahí. Les dejo dos videos sobre
Marino, el primero de Canal N, el segundo de NAT GEO.
Tupaq
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