La muerte de una persona siempre
te va a tomar manera inesperada, inclusive cuando se trata de un familiar
enfermo, siempre esperas que la vida encuentre la manera de tener éxito. Pero cuando
la muerte llega de pronto y sin avisar, muy a menudo te encuentra con los
pantalones abajo y te muestra una realidad que a veces nos esforzamos por no
querer entender; y es que en el fondo, por más que estés en equilibrio con el
mundo, por más que hayas hecho las paces con Dios, por más que tengas tus “affairs
in order”, nadie quiere morir... yo no quiero morir, al menos no sin antes
haber dejado una marca en el mundo.
El amigo SEOPA, que Dios lo tenga
en su gloria, era una persona responsable y trabajadora. Se llevaba bien con
todos y hacía lo que se le indicaba, sin reclamos, sin dudas y con la mejor
disposición posible. SEOPA tenía 54 años cuando murió a causa de un paro cardíaco fulminante. En el mundo, dejó una casa sin terminar, 04 hijos pequeños
– una bebé de poco más de un año – y una señora llorando la muerte, de la
persona que siempre llegaba a casa con una sonrisa. SEOPA vivía en una de las
zonas más pobres de Iquitos, el barrio de Versalles (Punchana - Iquitos) y dentro de Versalles, en la zona
más pobre, donde las veredas hechas de palos no tienen barandas. En su velorio
la familia habló maravillas de él, que si era un hombre muy bueno, que si se
preocupaba por su madre, que quería mucho a sus hijos, que sus hermanas lo
adoraban. Para mí, él siempre va a ser un buen amigo, alguien que me daba la seguridad
de que las cosas iban a salir bien, alguien que a pesar de que no hablaba mucho
sabía que estaba ahí y que mataría por mí y porque el trabajo quede de puta
madre. El viejo era de esas personas constantes que hacen el trabajo confiable
y seguro. Viejito, desde aquí te saludo y me despido de la mejor manera que se,
escribiendo unas líneas en tu nombre.
Para los que creen en Dios,
sabemos que la muerte es el enemigo del hombre, es el evento que nos regresa a
nuestra condición de seres frágiles y nos aleja del infinito. Prefiero por ello
creer, esperar que haya algo más allá, algo que me permita una vez más ver a
tanta gente que he querido. Casi semanalmente, puedo leer en el Facebook, un
mensaje que se repite: “todos tenemos en el cielo a alguien a quien extrañamos”.
Yo tengo algunas personas, pero en especial a mi abuelo Julio, no fue la mejor
persona del mundo, pero era mi abuelo y aprendí muchas cosas de él y lo extraño
cada día y por ello espero poder ver su paso gracioso, su manera de vestir, su
sombrero de lado y porque no su cigarro en la mano… mi abuelo se convirtió en
fumador los últimos años de su vida.
Luego de lo que pasó con SEOPA,
sus amigos del trabajo, nos juntamos para organizar la construcción de su casa.
Dos Supervisores fueron a apoyar en la obra – Emerson D. y Antonio L. -, el personal
de avanzada se ofreció voluntariamente a realizar el trabajo, algunos faltaron
(como pasa a veces), pero – al presente - estamos a punto de completar la obra
que nos ha tomado 10 días. Este es el regalo de los trabajadores al buen SEOPA
y a las personas que lo hicieron posible les agradezco sobremanera. En especial
a Pablo B. dueño del Catering, quien nos proporcionó todos los materiales, a él
mi profundo agradecimiento y estima. Por otra parte a mi compadre Oscar P.,
quien consiguió los útiles escolares para los hijos de SEOPA, te pasaste viejo
eres grande. Nuevamente a mi madre, que me dio algunos soles que van a servir
para comprar sus uniformes. Mamá tú siempre ayudando a los necesitados en
verdad te admiro. Por supuesto, no hemos salido en las noticias, ni vamos a
salir. No tengo un apellido rimbombante y tampoco soy un congresista de la
nación o alguien conocido, que tenga que salir alardeando del poco apoyo que
dan. Esta no ha sido una misión para hacernos conocidos, lo que verdaderamente
es, es el agradecimiento de tus amigos viejito por haber compartido con
nosotros algo de tu vida.
Saludos,
Tupaq
Gracias a todos por darnos una tremenda muesttra y ejemplo de solidaridad y especislmernte a TUPAQ por su gran corazon. Julio
ResponderBorrarQue Dios los bendiga a todos por esa muestra de cariño, amistad y equipo. Estoy seguro que SEOPA los está viendo, con una sonrisa, dondequiera que esté.
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