Recuerdo que hace algunos años, un economista
argentino dijo, que no le llevaría mucho tiempo a Argentina salir de la crisis.
Luego dijo que Perú nunca saldría de una crisis semejante. La diferencia entre
ambos países para este bien amigo era el Capital Humano. El economista indicaba,
que en Argentina las personas son más cultas y eventualmente eso los haría
salir “hábilmente” de la crisis. Hoy Argentina enfrenta en una de sus peores
crisis económicas y Perú mal que bien sigue luchando por no caer del
acantilado. Igual, coincido con el amigo gaucho, que es factible hacer mucho
por mejorar el Capital Humano de Perú. No obstante, los peruanos seguimos
entrando a Diplomados, Maestrías y MBAs, cual bandada de palomas que regresan
al vergel.
Antes de que ocurriera todo el desmadre
político, Chile se presentaba como un lugar excelente para visitar y conocer.
Nuestro vecino del sur no sólo era reconocido por la belleza de sus paisajes
naturales, sino porque se percibía un obvio desarrollo económico del país (muy
por encima de lo que tenemos en Perú). Santiago era una ciudad muy agradable de
transitar, hasta hace dos meses. La capital llena de ciclovías y pistas sin
cráteres. Al presente, se han suscitado muchos actos de vandalismo y la ciudad
ya no es lo misma. Muchos personajes siguen saliendo a la calle a quejarse del
gobierno, de las AFPs, de la desigualdad, y de otros temas varios iguales de
importantes, sin reconocer que han logrado bastante. Una amiga de la
universidad diría limosneros con chicote.
Chile y Argentina tienen una industria desarrollada,
cadenas de tiendas de productos elaborados en diferentes categorías. Productos que
con mucha calidad compiten, o incluso son mejores que productos europeos o
americanos. Todavía les falta (obviamente) algunos pasos para ser países
desarrollados, pero cuando están por dar ese paso trascendental, ocurren los
desastres de estos días y todo se va a la mismísima shit. El país retrocede,
los negocios caen, la gente pierde sus empleos y lo que parecía una protesta
justificada termina convirtiéndose en un disparate. A nadie le conviene vivir
así (ni a derechistas, ni a izquierdistas), pero eso no convence al par de desadaptados
que se siguen quejando y defecándola en abundancia.
Perú (la sagrada tierra de los Incas) no está
lejos de dar varios pasos hacia atrás. Existe demasiado resentimiento (bien
fundado) generado por la evidente desigualdad social histórica. A nuestro país
lo dirigen familias con nombre y apellido, a quienes – sin mentir – les
interesa poco o nada lo que le suceda a Juan Huamán y a su familia, quienes
habitan el rincón más recóndito de Huamancaca. Considero que no es su culpa,
así es el sistema y así ha funcionado desde antes de la independencia.
Ilusamente pensé que PPK sería una buena opción de gobierno – me confieso pecador ante Dios Todopoderoso – lógicamente prefería la Gonorrea a que Keiko salga presidenta, pero el viejito Pedro Pablo lo único que hizo fue empeorar las cosas, debilitar el concepto de autoridad que tenemos los peruanos y echar al ruedo todo la novela sin fin de ODEBRECHT. El país continúa tal cual, y las personas están más atentas a la vida del “Cholo Power” Christian Domínguez, que al hecho de que la economía va en camino al fracaso.
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Tengo varios amigos ligeramente mayores que
vivieron la época dorada de los proyectos mineros. Los que vinimos después de
ellos, luchamos por proyectos de hidrocarburos, industria y lo que quedaba de
las minas. Ahora todos estos proyectos andan detenidos y nos queda echar un
poco más de agua a la sopa y sobrevivir.
No hay crecimiento económico. Los Estudios
Ambientales que antes costaban millones, ahora cuestan miles a las justas.
Proyectos como el gaseoducto que iba a traer el gas a Lima, nunca se hicieron
realidad, aunque era más que necesario. Personalmente no entiendo lo que pasa
con la Refinería de Talara y mi hígado ya está viejo y cansado, así que el que
me lo cuente que lo haga en pequeñas dosis tolerables. Hay miles de proyectos
(ideas) para hacer en Lima, cosas grandes como hacer más cilcovías ahora que
todos quieren ser verdes. El Metro de Lima creo que avanza pero a paso de
tortuga tetrapléjica. Recuerdo como el último año del gobierno de Alan, el
Metro avanzaba a velocidad supersónica, es así el interés político. Seguro va a
sonar repetido y cansón, pero necesitamos proyectos, necesitamos trabajo y sobre
todo necesitamos desaparecer esa burocracia que no nos deja avanzar (por lo
menos necesitamos suavizarla al 10000%).
Imagino que cuando se inventó la Burocracia
(allá por los churrucientos setenta y cuatro), muchísimas personas encontraron
el amor por primera vez. Que mal nos ha
hecho la puta burocracia al Perú. Seguiremos siendo subdesarrollados
mientras no reparemos esa máquina administrativa que no funciona, o (mejor
escrito) que funciona para beneficiar a la minoría del gobierno de turno.
Me disculpo si estoy quedando como un resentido
más. No es lo que he tratado de manejar en este post. Mi intención – siempre
buena como el infierno lleno de ellas – es mostrar mi preocupación sobre
nuestra realidad, la cual aunque mejor si la comparamos con amigos y vecinos,
va en camino directo en convertirse en una catástrofe “IT IS DOOMED TO FAIL”. Peor
sabiendo que ninguno de nosotros confía en los próximos candidatos al congreso
de la república, o a la futura presidencia. Nuestra función como trabajadores vehementes
y sacrificados colaboradores de la clase media, siempre será mantener el barco
a flote. THE SHOW MUST GO ON, so fuck
it.
Se despide su amigo y
vecino el sorprendente TUPAQ
PD: esta vez le comparto la canción de
los Prisioneros “PORQUE NO SE VAN? La disfrutan mis jóvenes PADAWANS.
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