El Especialista en Geotecnia Ambiental mira hacia
atrás por primera vez, algo no estaba bien, las indicaciones que había recibido
habían sido vagas y no estaba seguro si lo que acababa de hacer estaba bien. “Se
me ha pasado algo, estoy casi seguro”, se repetía una y otra vez en la cabeza,
pero no se animaba a regresar los ocho Km. Recorridos en el monte. “Y una
mierda, que se va a hacer, voy a regresar y voy a tomar todos los putos datos que
pueda, no importa si luego sobra”. El especialista mira al cielo como
lamentándose de lo que estaba a punto de hacer y con la máxima seguridad
posible voltea donde su apoyo de campo y le dice: “José, hay que regresar a la
base, quiero realizar el recorrido nuevamente”. Su apoyo, un comunero criado en
el monte y conocedor de sus secretos, sin mostrar expresión reconocible en su
rostro acata las indicaciones. “Puta Madre” piensa el especialista, porque sabe
que el monte no es precisamente su hábitat natural.
http://global.mongabay.com/es/rainforests/0101.htm
Al regresar al campamento se saca la ropa
completamente húmeda y embarrada. Las necesidades fisiológicas lo llaman a la
letrina y muy a su pesar, pasa la cortina plástica que separa la letrina del
mundo exterior. El fétido olor a eses frescas lo deja mareado, trata de acabar
lo más pronto que puede y como si se tratara de una broma macabra, se da cuenta
que no tiene papel higiénico. Sobre el costado de la letrina crece una planta
con hojas grandes, “Dios Provee” dice en voz alta mientras arranca unas hojas
para proceder a limpiarse. Sudado y mal oliente, entra en la ducha artesanal
ubicada al costado de las letrinas. La manguera cortada en el techo le trae a
la memoria el baño de su casa y el agua caliente. La realidad lo lo regresa al
monte y reconociendo que esa noche hace mucho calor, piensa “que se joda el
agua caliente y Head and Shoulders for Men”. Luego procede a refrescarse con el
agua colectada de la quebrada y enjabonarse con jabón de pepita. “así es la
vida”, añade a la infinidad de sus pensamientos, mientras sus extremidades
agradecen la fresca agua de la quebrada.
En la noche prende la Tablet y continúa con la
lectura de un libro de Dragones que lo tiene conectado. Al especialista en Geotecnia
le encanta la fantasía, uno de sus libros favoritos “La Historia Interminable”
lo leyó sin parar en sólo tres días a la edad de 14 años. Cuantos amigos
fantásticos había encontrado en las páginas de los libros, cuantas princesas en
peligro, cuantos héroes sencillos o complejos, castillos antiguos, mundos en
realidades paralelas, misteriosos hechiceros y brujas; y batallas épicas en
campos inmensos, con paisajes gloriosos. La noche en el monte le permitía
encerrarse en mundos imaginarios, acompañado por los ronquidos y demás sonidos corpóreos,
de los especialistas con los que compartía el toldo.
http://diariolaregion.com/web/se-intensifican-exploraciones-y-explotaciones-petroleras-en-loreto/
Esa noche no tuvo sueños, o mejor dicho, no
recuerda haberlos tenido. Su recuerdo se centra en el sonido de la lluvia sobre
el toldo, en el olor a hierba humedecida, en los cantos de las ranas y otros
animales al pasar la lluvia. Luego de tanto caminar, la colchoneta de una plaza
que le proporcionaron, le quedó mejor que una cama King size con colchón Rosen
nivel master. Más que dormir siente que su cuerpo colapsó en un merecido desmayo
de ocho horas, necesario y reconfortante. La mañana ha empezado a las cinco sin
el canto del gallo, sus compañeros se apuran a tomar el desayuno reforzado, que
el personal de Catering comienza a preparar a las tres de la mañana. “hay que
agradecer por el nuevo día” se dice mientras cierra los ojos para iniciar un “Padre
Nuestro…”.
…
Mi querido amigo Alfredo Villegas se pasó más de un
mes haciendo monitoreo de aguas en el río Corrientes y durmiendo en deslizadores,
carpas y barcazas. Luego de dicho trabajo, la espalda le quedó angulosa. En
campo siempre usábamos a Alfredo para los monitoreos de Aguas y Suelos más
complicados o más lejanos. A pesar de que no contaba con un físico formidable,
Alfredo nunca se tiró para atrás, era un tipo fiel que cumplía con su trabajo.
Luego de unos años su situación laboral ha mejorado sustancialmente, ahora es
Consultor en una importante firma de consultoría en Lima, viaja menos que antes
pero sigue siendo el mismo tipo sencillo y bonachón que nos caía bien a todos.
La historia del Especialista en Geotecnia es como
la de mi amigo Alfredo. Las personas que trabajamos en el monte, no somos Rambo
o Comando, no nos gusta sufrir deliberadamente. Sin embargo, el monte nos ha
terminado de forjar y hemos crecido en cada caída e incomodidad. El monte a la
vez se empeña en hacerte humilde, porque te regresa a lo elemental, a la
naturaleza.
Escribí este post como agradecimiento a todos
lectores de los capítulos anteriores de “La Vida en el Monte”. Creo que mucha
gente se ha identificado con estas historias y eso me llena de alegría y
agradecimiento. Saludos a todos.
Tupaq
PD: Les dejo un video interesante sobre el Bosque Húmedo Tropical. me gustó porque es muy fácil de entender para todos.
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