Yokoi Kenji “Necesitamos en
Latinoamérica nuevos líderes en Integridad, que sepan que eso vale la pena, tal
vez no a corto plazo pero a largo plazo sí”. Empecé esta semana, escuchando en
Facebook, una parte del video de Kenji “No vale hacer trampa” y en realidad ha
sido una brisa fresca de aire. Ser integro, en palabras de Yokoi Kenji, es como
nos comportamos cuando nadie nos ve. Es decir, si nos manteemos fieles a
nuestros valores e ideales aun cuando nadie nos ve. Parece sencillo, pero creo
que es una de las cosas más difíciles de conseguir.
Es común escuchar a las personas
decir por ahí “Yo soy bueno”, pero que significa soy bueno. ¿Lo dicen porque
realmente han llegado a esa conclusión luego de meditar sobre la vida y sus esencias?
¿Con que escala de valores miden la bondad? ¿Es que alguien les ha dicho que lo
son… posiblemente sus madres? ¿Cumplen con el requisito mínimo de “no haber
hecho daño a nadie”? ¿O quizá provienen de una “buena familia”? El
entendimiento que tenemos sobre ser buenos o ser malos, se limita a la imagen
que tenemos de nosotros mismos y a menos que seamos maniacos depresivos,
siempre vamos a tener una autoestima que nos va a considerar por encima del
vulgo.
Sin embargo - si es que somos
buenos o más o menos - para poder mejorar debemos abstraernos de la realidad,
utilizar nuestra visión global (poco utilizada y bastante infrecuente) de las
cosas y lograr una crítica constructiva sobre nosotros mismos. Aun así, si posteriormente
seguimos pensando que somos lo mejor que se creó en este lugar, sería
aconsejable ubicar algunos amigos y conocidos, que nos den un feedback,
haciendo hincapié en los puntos que debemos mejorar o al menos suavizar.
Pero no nos sintamos mal, nadie
es completamente bueno o integro, siempre hay zonas oscuras en nosotros que
requieren trabajo y aun así, convencidos de lo que queremos y no queremos ser,
podemos cometer errores. Cuando ello ocurra, hay que recordar las palabras
mágicas del Discovery kids Channel: lo lamento, discúlpenme, reconozco mis
errores, ha sido mi culpa, etc. Reconocer que nos equivocamos inicia el recorrido
hacia la integridad.
En el mundo de los profesionales
hay mentiras que la gente toma como verdades absolutas, entre ellas:
- Ser Senior significa no equivocarse… he conocido
muchos profesionales senior que cometen errores garrafales.
-
Ser Gerente es saberlo todo… casi siempre, si no
es que siempre hay profesionales en las empresas que saben más que el Gerente.
-
Tener un título te hace mejor persona… como
ejemplo los médicos, hay una tendencia a pensar que los médicos son buenos y
honrados por sólo ser médicos, eso no es verdad, como tampoco ser policía o
sacerdote te asegura el reino de los cielos.
-
Soy exitoso y soy feliz… conozco a varios
colegas exitosos con problemas familiares enormes, tener éxito no asegura la
felicidad – ojo considerando el éxito como profesional.
-
Soy exitoso puedo hacer lo que quiera… tengo
carta libre, ya no tengo que rendirle cuentas a nadie. Esta última mentira es
avalada por muchas personas que se repiten “Él tiene derecho, ya la hizo”. Si
fuiste integro en este instante, cuando diste el salto al estrellato y te
convertiste en patán, se acabó tu integridad que pena.
-
Entre otras tantas.
Por tal o cual motivo, mantengo
la afirmación que es muy complicado ser íntegro y por ello es altamente
gratificante. Las personas integras son admiradas y respetadas, sirven de
ejemplo a los demás y sus vidas pasan a ser crónicas para las futuras
generaciones (sin sarcasmo). Nuestro objetivo final como seres humanos es trascender,
llegar un poco más allá de esta vida e inmortalizarnos. En este arduo recorrido,
permanecer íntegros va a ser todo un reto, pero uno que vale un Perú. Sigamos
el consejo de Kenji, necesitamos líderes íntegros.
Tupaq
Pd: Les dejo el video del Sr. Yokoi Kenji para que lo disfruten. Se
agradecen sus comentarios.
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