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"Cada
vez que contesto una pregunta siento que debería ser yo el que pregunte."
Facundo Cabral.
Estas
épocas tecnológicas son difíciles de transitar. La avalancha de información
desborda nuestra capacidad genética de almacenamiento; al punto que debemos crear
procesadores robóticos y servidores virtuales para conservar el conocimiento
humano. Además, la velocidad de desarrollo de la ciencia, la distribución masiva
por medios como prensa escrita, televisión e internet, la capacidad de transmisión “en
tiempo real”, la globalización y más; convierten al receptor en una suerte de
pasajero a la deriva navegando en un océano de datos. Ciertamente, sin una guía académica y sentido común (el menos común de los
sentidos según un buen amigo) viviríamos en una jungla informática caótica y
colosal. Algo parecido a lo que invade algunas redes sociales actualmente: la
cultura de la desinformación.
Sin
embargo, es preocupante ver como al otro lado de la acera, un fenómeno igual de
curioso se desarrolla en algunos círculos académicos. Se trata del dogmatismo
científico. El objetivo fundamental de la ciencia es el entendimiento de la realidad utilizando la razón y salvando subjetividades. Y la realidad no es constante, al contrario, cambia y
crece, así como crece la razón. Se alimenta de las experiencias del observador
y los cambios en el observado. La ciencia prueba nuevos métodos, mejora
antiguos. Nunca deja de ser curiosa y asombrarse por cada fenómeno que observa
y analiza. No menosprecia otras fuentes de conocimiento, o como un buen hombre
(el autor) llama “otras formas de percibir la realidad”. Pero algunos científicos
muchas veces contradicen esta característica de la ciencia y convierten el
devenir científico en un mantra, un dogma, una doctrina imposible de
cuestionar. Clausuran sus sentidos a cualquier intento de discusión. Excomulgan
a los herejes y enclaustran en monasterios del saber a mentes jóvenes aún no
cuadriculadas. Basta con saber que muchas de los grandes científicos fueron ridiculizados por sus colegas al exhibir sus ideas (googleen a Darwin, por ejemplo).
Cierto
es que no podemos confiar decisiones trascendentales a cualquier fuente de
sabiduría sin pasar un filtro académico. No es responsable. Pero tampoco podemos convertirnos en
devotos de Newton, Einstein, Darwin y compañía. Son conocimientos valiosos por
supuesto, pero siempre a la espera de ser probados y mejorados. Crecer en
hombros de gigantes.
Me
defino como un iconoclasta. Mi naturaleza es ser crítico sobre toda fuente de
datos, y no dar ninguna frase como totalmente cierta. Escucho, analizo,
compruebo, y muchas veces puedo parecer perdido; pero estoy analizando,
procesando. No doy nada por absoluto. Todas son variables, salvo la velocidad
de la luz (por ahora).
Manuscrito y dibujo original de Facundo Cabral, Fuente; http://www.facundocabral.info/plumas-invitadas-texto.php?Id=26 |
La
frase de Facundo Cabral citada al inicio, representa por entero mi sentir
respecto al conocimiento. Puede ser interpretada en muchos sentidos, los invito
a compartir sus interpretaciones en los comentarios. Pero en este caso trato de
orientarlo a mi interés. Despertar el espíritu anti-dogmas en la sociedad y
humildad ante la naturaleza. La capacidad crítica y de preguntar “¿Por qué?” cuando
el corazón y la mente lo requieran. Evitar pensar que somos dueños del saber y
conocemos todas las respuestas. Nunca sentir que tenemos al mundo en una cuerda.
Por
cierto, los invito a escuchar en el
siguiente enlace la canción “I´ve got the
world on a string”. Esta bella obra musical del género jazz fue creada en 1932.
Con arreglos musicales de Harold Arlen y letra de Ted Koehler; gano fama
mundial en la voz del genial Frank Sinatra en 1953. Agrego la letra traducida.
Sería un honor escuchen la canción mientras leen el artículo.
Saludos
APUJIRKA
Tengo al mundo en una cuerda
Tengo el mundo en una cuerda
Estoy sentado en un arco iris
Tengo la cuerda alrededor de mi dedo
¡Qué mundo, qué vida!
Estoy enamorado
Estoy sentado en un arco iris
Tengo la cuerda alrededor de mi dedo
¡Qué mundo, qué vida!
Estoy enamorado
Tengo una canción que canto
Yo puedo hacer que la lluvia se vaya
Cada vez que muevo mi dedo
¡Qué suerte la mía, no te das cuenta!
Estoy enamorado
Yo puedo hacer que la lluvia se vaya
Cada vez que muevo mi dedo
¡Qué suerte la mía, no te das cuenta!
Estoy enamorado
La vida es una cosa hermosa
Mientras sostenga la cuerda
Yo sería un tonto muy tonto
Si alguna vez la dejo ir
Mientras sostenga la cuerda
Yo sería un tonto muy tonto
Si alguna vez la dejo ir
.
.
.
I've got the world on a string
I've got the world on a string
I'm sitting on a rainbow
Got the string around my finger
What a world, what a life
I'm sitting on a rainbow
Got the string around my finger
What a world, what a life
I'm in love
I've got a song that I sing
I can make the rain go
Any time I move my finger
Lucky me, can't you see
I can make the rain go
Any time I move my finger
Lucky me, can't you see
I'm in love
Life's a beautiful thing
As long as I hold the string
I'd be a silly so-and-so
If I should ever let it go
As long as I hold the string
I'd be a silly so-and-so
If I should ever let it go
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