martes, 24 de mayo de 2016

HISTORIAS CORTAS DE LA MINA Y SUS BEMOLES

“Estoy a 4000 msnm. Y hace un frio de mierda. Hasta esta altura no llegan los gallinazos. “Gallinazo no canta en Puna”. Los únicos que llegamos aquí somos lo mineros, obligados por nuestra responsabilidad de sacar el mineral de todos”… minero anónimo.

“Inge, una vez vi caer un perro en la poza de cianuro, en la mina. Del perro no quedó nada, si te caes ahí sólo quedan tus huesos” me dijo un amigo minero mientras compartíamos una cerveza. Esa noche me quedé pensando en el pobre perro que había muerto en la poza, no es que sea el mayor amante de los animales, pero esa muerte no se la deseo a nadie.

http://minesmuki.blogspot.pe/2008/03/narrativa-minera-en-el-peru.html 

Mi primo Juan X (no era un XMEN), salía de su casa poco antes de las 5:00 am. Trabajaba en Yanacocha para una contratista de obras civiles. Juan es Ingeniero Civil y le golpeó duramente dejar de trabajar cuando la mina hizo reducción del personal. Como Juan, hay miles de familias que tienen al jefe de la casa en para, porque no hay proyectos. La minería, a pesar de ser duramente criticada por algunos grupos, es la mayor fuente de ingresos de los peruanos.

Jorge es Superintendente de Medioambiente en la mina, su familia está muy orgullosa de él porque empezó desde abajo. Jorge embarazó a su mujer a los 14 años, así que desde chico tuvo que trabajar, y como no quería quedarse “burro” (según sus propias palabras), se esforzaba también por estudiar. Habían pasado casi veinte años de eso y ahora era un jefaso. Sus hijos estudian en el mejor colegio bilingüe de la ciudad y su esposa para en el club y en las reuniones de té de las tías importantes, se lo merece. Ella ha luchado junto a él para sacar a los “bebes adelante”. Jorge está muy orgulloso de él mismo, ahora no sólo es jefe sino que además tiene algunas empresas y muchas ideas para seguir exprimiendo su ágil cerebro.

Para trabajar en Comunidades hay que tener cara de piedra, decía Gustavo, un Supervisor de Asuntos Comunitarios algo entrado en años.  Nadie acompañaba a Gustavo a las comunidades porque sabían que el tío tenía cuatro pulmones y caminaba más que los venados. Gustavo era de la sierra central, de esa gente luchona que parece estar forjada a martillazos, como las antiguas espadas de los conquistadores. De muy joven había perdido a su familia en una desgracia, era uno de los únicos sobrevivientes a su apellido y aunque callado y humilde estaba orgulloso de ser quien era. La sierra era su casa, los caminos eran sus amigos y la gente de campo sus parientes que lo saludaban casi siempre con caras amables. Le encantaba su trabajo, hasta ahora le encanta pero ahora ve las cosas desde un bonito escritorio color caoba.

El Supervisor de Seguridad está callado, un trabajador murió al caer de un andamio de 15 m de altura. La esposa del trabajador muy molesta amenazó a él y a la Empresa con demandarlos. Aunque la idea de ir preso le asusta, lo que más le asusta es recordar la caída del trabajador justo durante su guardia. Está seguro de que no hubiera podido hacer nada, “se escapó de mis manos” se repite. Por más que se preocupa por cada charla y recomendación que da al personal, sabe que finalmente no todo está escrito… no todo se puede controlar “somos nadie” se dice así mismo. El juicio interpuesto por la esposa del trabajador, puede durar más de 10 años. Cada vez que hay una apelación debe ir al juzgado y ver a esa mujer. Ella lo sigue mirando con odio… “Somos nadie” vuelve a repetirse, seguro de que la vida del trabajador no estaba en sus manos.

“En la mina todo se arregla a golpes” decía un Supervisor de operaciones a unos trabajadores nuevos, “si tiene algún problema conmigo me avisan y nos sacamos la mierda”. Los trabajadores callados lo miraban. El Supervisor tenía un ojo morado, probablemente había arreglado a golpes algo hace poco y había recibido también, pensaban los trabajadores.  El Supervisor por su parte recordaba el puñetazo que hace dos días le había metido su mujer, quien estaba segura que el desgraciado le era infiel. “loca de mierda pensaba, pero que bueno, así estos cojudos se creen mi historia”.

Era de noche y el ex bombero se cagaba de sueño mientras manejaba un camión de mina – los famosos TICOS – su vida había cambiado mucho desde que manejaba este camión. Ahora ganaba el doble de cuando entró a la mina como bombero. Su familia estaba asegurada con su nuevo contrato, se había podido comprar una camioneta de segunda y había terminado de pagar su apartamento. Su mujer e hijos estaban asegurados, que más se podía pedir de la vida. “miren este bicho” pensaba mientras miraba el tablero de mando del TICO, “casi hasta se maneja solito, no cabe duda que tengo una suerte de mierda”. Como un déjà vu en su mp3 sonaba “El Camionero” de Roberto Carlos.

http://www.minerandina.com/ferreyros-trae-al-peru-el-carro-minero-mas-grande-del-mundo/


Estoy camino a una planta donde necesitan un medidor de partículas para chimenea. Acabo de salir de la universidad y estoy trabajando en una empresa que vende equipos de monitoreo. No me pagan mal, tampoco bien, pero es lo justo para un ambientalista que recién empieza. Resulta que el cliente dice, que por la chimenea se pierden muchos kilos de mineral y que este medidor, les puede ayudar a calibrar mejor sus equipos. Espero que sea así porque necesito la comisión. He llegado a la planta y no se puede respirar sin máscara, además tengo algo de soroche, lo que dificulta más mi trabajo. Los gringos se han quedado contentos con el equipo, que bueno, he logrado lo que quería y van a comprar un huevo de estos medidores… aún sigo esperando la orden parece que eliminar mineral por la chimenea es más barato porque “¡hay mineral como cancha!”.
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En uno de los disco de Facundo Cabral, este cantautor argentino cuenta una historia sobre “el Gabo”, Gabriel García Márquez. Facundo dice que cuando le preguntaron a la mamá del Gabo sobre su hijo, ella respondió “Yo no sé nada de literatura, yo sólo sé que el Gabo tiene mucha memoria porque todo eso que escribió se lo contaron…” Esta mañana Apujirka me hizo recordar esta parte de una vieja grabación que tenía en un casete… hace décadas.
Agradezco a mis amigos mineros por sus historias y les aseguro que sin ellas mi vida no sería la misma.
Si tienes algo que compartir, por favor déjanos un comentario, las historias alimentan nuestro camino.



TUPAQ

http://www.xaviervilardell.com/chistes-mineros-de-chile/chiste-mineros-b/ 

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