El amigo Pepe me decía que ser instruido no significa
ser educado, la educación te la dan en casa, la instrucción en las
instituciones educativas. Ahora en la pantalla de mi ordenador tengo una imagen
con un pensamiento similar “Por más dinero o títulos que tengas, como tratas a
las personas es lo que define tu educación”. He conocido profesores en Alemania
con una instrucción a prueba de balas, doctorado post doctorado, profesorado,
pero unos verdaderos patanes. Digo en Alemania porque allá hice una maestría.
Considero que aquí hubiese sido igual. Sin embargo, mi intención no es
generalizar, he conocido gente instruida que también son muy buenas personas,
un aplauso para ellos.
El Dr. Benjamín, que estudio en la Sorbona, no cree en
Dios sino en los hombres de buena voluntad. Benjamín es un tipo impecable, una
persona en la que se puede confiar y un caballero. A pesar de que siempre ha
ocupado buenos cargos y trabajado en lugares importantes, no es un tipo al cual
la posición se le ha subido a la cabeza, todo lo contrario es un hombre
bastante austero y sencillo. No creer en Dios no lo he hecho malo, el considera
que no puede creer en el hasta que alguien lo le demuestre lo contrario, como
se trata de un científico necesita hechos y pruebas. Él me dice que se le hace
complicado creer en algo que está más allá de su intelecto, como no lo entiende
no cree. A Benjamín todos sus amigos lo quieren y lo respetan, no es para menos
en un tipo A1.
El Sr. Julio fue oficial de policía, nunca lo vi
tratar mal a nadie, ni siquiera a sus subalternos faltosos. Nunca cogió dinero
que no fuera de él, ni pidió coimas, ni maltrató a las personas en la
comisaría. Todo el que lo conoce lo saluda con cariño y le dicen a sus hijos
que es un caballero. Las personas que empezaron sin quererlo, terminan por
considerar que es uno de los mejores hombres que hay. A sus hijos les ha dejado
pocas cosas materiales, porque siempre fue un hombre simple y sin riquezas,
pero sus hijos saben que el mayor tesoro es que nunca van a poder bajar la cabeza
por su padre. Salud por eso, porque a pesar del miedo que le tengamos a las
autoridades coimeras y malhechoras, todavía hay gente buena hasta en esas
instituciones.
El Padre Jaime era un tipo de fierro, todos los días
entrenaba corriendo 14 Km. a partir de las cinco de la mañana. Cuando le gente
se confesaba con él era bastante enérgico, pero a la vez muy humano. Siempre
disfruté sus misas, porque además de explicarte lo que otros curas prefieren
callar, sus homilías eran un llamado enérgico a ser mejor persona. Alguna vez
unas chicas en la playa le preguntaron “y tú que eres tan guapo ¿por qué
quieres ser cura? A lo que el padre Jaime respondió sin dudar “porque ser cura
es de la Conchadesumadre”. En estos tiempos donde se escucha de tantos casos de
curas pedófilos, es bueno saber que hay gente que si tiene vocación de ser
sacerdote.
El Gerente Gustavo M. Un argentino muy modesto – un
raro espécimen – te enseñaba como ser persona todo el tiempo. Nunca escuché que
le levantara la voz a nadie del equipo, ni que se exaltara, ni que maltratara a
nadie con puestos debajo de él. Gustavo siempre iniciaba sus enseñanzas
contando una historia, cuando terminaba los demás jefes se miraban a las caras,
algunos con un poco de vergüenza. Siempre voy a recordar cuando le dijo a un
amigo “Edgar te vas a encargar de hacer el reporte para el control de Cambio”,
la respuesta de mi amigo fue un gesto medio infantil de desgano, a lo que
Gustavo respondió “mira Edgar tienes dos opciones, la primera es haces el
reporte muy bien y te tomas para esto seis meses; y tu segunda opción es haces
lo mismo y me lo entregas en dos horas… tú decides”. Para buen entendedor pocas
palabras. Muchas gracias Gustavo, por ser una buena persona y un jefe
extraordinario… para los que piensen mal, les quiero asegurar que Gustavo no es
mi jefe actual, es más regresó a Argentina a trabajar en un proyecto aún más
grande.
La buena voluntad mueve montañas. El jefe que necesita
gritar para ser escuchado, siempre va a ser jefe nunca Líder. Siempre va a necesitar
del miedo para que los demás lo sigan. Las personas que son seguidas sin que
les teman son las que valen, las personas que tienen autoridad y no son
autoritarios también. En los trabajos, aquel líder que basa su éxito en buscar
la superación de su equipo, es a quien debemos seguir, al menos es a quien yo
sigo.
Otro amigo en la mañana me hizo recordar este
pensamiento del gran QUINO – creador de Mafalda – “No es necesario decir todo
lo que se piensa, lo que sí es necesario es pensar todo lo que se dice”.
Tupaq
Genial trabajo de Quino (C) |
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